
Hoy presiento una somnoliencia en una noche en la cual no la debería de haber. Es sábado y hay demasiada tranquilidad en las calles. Hoy ha caído la desgracia en Lima. La gente se atiborra en las grandes tiendas para hacer las compras que en realidad les correspondía al día que Dios destinó para el descanso. Hoy no hay salida. Hoy lima no se pudre legalmente. Hoy la gente se encierra. Hoy no es noche bulla. Hoy se ha decretado ley seca. Mañana se dará el censo nacional y nos piden responsabilidad. Esa que no existe. Pues sí, la gente ya se prepara para estas ocasiones (tienen sus reservas como se dice). Algunos llamados urgentes de personas en busca de un plan. No, hoy no, les dije. Estoy cansado. Pasan las horas y la necesidad de no morir del aburrimiento meditan para la salida. Una vieja canción acompaña esta posibilidad. No, hoy no, me repito. Hoy mi noche no se desvirtua. Hoy mi realidad se traduce en reciclaje. Hoy no es sábado para mi. Esta noche no se muere. Prohibido caer.