
Tengo cicatrices en el rostro y sangre en las manos. Las llagas de mis labios se corrompen con el pasar de los años. He mirado al vacío y el me sigue observado. Cada paso que doy me delata. Es terrible no poderse ocultar. He lavado innumerable veces mis manos.
No se quita. No se va. Y no se irá.
Tengo cicatrices en el rostro y sangre en las manos. Tengo tu mal sabor en mis labios. Terrible y embriagante bocado.