martes, 16 de octubre de 2007

... y aún así no lo recuerdas


Cae de nuevo. Ella. Ella llega bajo su largo vestido negro. Ella. Llega con estrellas en la cara y la luna como aretes. Ella. Pasa y atraviesa. Y canta. Ella. Alegra y embriaga nuestros corazones. Se roba nuestra mente y la pierde en su infinita belleza. Ella. Escapa y se zambulle entre ritos y cantares. Ella la que se lleva mi alma. Ella. Que baila. Desencadena visiones. Ella. Marca el ritmo y desacelera pasiones. Envenena. Desgasta. Mata. Pobres seres miserables. Desaventurados seres de esta noche. Fugaces. Inocuos. Inexistentes. Caen.


"Eso no era Lima, cariño, perdona. Eso era el Reino de Hadas, la Tierra del Nunca Jamás, Oz."

1 comentario:

Anónimo dijo...

te pones sensible, cariño.también los parques son más grandes por las noches.