
Es la escena en la que uno esta corriendo. La respiración se agita. Cuanto más falta te preguntas? Las piernas ya te pesan y crees que en cualquier momento vas a desfallecer.
Cuanto más? ...
El sudor entra por lo ojos y arde. La visión es borrosa, ves luces y ya no hay más. Camino incierto y sin destino. Ocultas tu desazón al no saber que hay más allá. Escuchas voces pero no las reconoces. Gritos ahogados que se pierden en el aire.
Es la esperanza de encontrar algo al final. Tú sabes que está allí. Tú sabes que te espera. Sigues moviendote, encontrarme con tu delicada inocencia. Pues tus palabras no se pierden. Yo sigo aquí. Usa de mí, pues para tí estoy, para cuidarte.
Lamento tu nostalgía, lamento tus lágrimas pero no puedo negar ese cielo. He escuchado ya muchos cuentos en diferentes noches. Voces por susurros cayaban esos silencios pero la luna no cambia, pues siempre es ella y vuelvo a ti. Pues tus palabras no se pierden y yo sigo aquí, esperando ese viento, para cuidarte...
... entonces te das cuenta que tu respiración es otra, que tu mirada ya no es dudosa, que ese dolor ya no es de dolor, que la voz que despierta tu nuevo latido dice tu nombre una, dos, tres veces... entonces digo amén y duermo amandote.
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